EL TIEMPO EN QUE YO SOY NOSOTROS

02/05/2020

La mayor crisis a la que nos enfrentamos en ésta época no es la falta de medios para resolver los problemas. No es el deseo de hacer que las cosas sucedan. Ni siquiera es la falta de habilidades o conocimientos. (Aunque podemos usar mejores preguntas y pensamientos para mejorarlos todos.)

No, nuestra mayor crisis es de arrogancia:

En principio porque en un llamativo despliegue de altivez pensamos que alguien más se tiene que hacer cargo y nosotros sólo tenemos que escampar mientras ése “alguien” se hace cargo de la tormenta.

Y por otra parte juzgamos que lo que sea que se esté haciendo, está mal y validamos nuestra ignorante opinion sin entender en serio lo que está pasando.

Pensar que “a mi no me va a afectar” es en éste momento de una ceguera imperdonable. Y echarles la culpa al gobierno, con la caja, el ministerio de salud o el personal médico es, además de una muestra de vergonzosa ignorancia, sencillamente mezquino.

No estamos ante el jefe, o siquiera el árbitro del partido. Ellos saben, uno no. Hay que acatar lo que nos están diciendo. 

No estás solo y tus acciones incumben a toda la sociedad. Puede ser un asunto de vida o muerte y no es una exageración.

El momento adecuado

China cerró ciudades y todo el país. El mundo entero observó y, en general, siguió adelante. Hubo información temprana sobre la crisis. Pero luego se ahogó con noticias falsas, memes y muchos otros ruidos.

En una época de atención parcial continua, la gente prefiere no involucrarse con la información. Descubrir significa involucrarse activamente. Involucrarse significa compromiso, y todos estamos al máximo.

Sin embargo, ¿cuándo es el momento de saber si estás listo para algo inesperado? (Y, de nuevo, ¿Es realmente inesperado?) 

¿Algo que podría potencialmente poner en peligro su empresa?

Estarías en lo cierto si respondieras que el momento adecuado para prepararse es ahora.

Puede que no sepas lo que va a pasar, pero, enfrentemonos de una vez a una verdad que nos está golpeando en la cara: Ya estás en el peor escenario que te imaginaste (Laboralmente hablando).

(Aunque mi mamá, sabiamente insistía en que nunca se está tan mal que no se pueda estar peor).

Es el momento de observar y buscar soluciones, porque el asunto difícilmente va a cambiar pronto.

Revisemos qué pasó cuando en China apareció el COVID-19

Cuando el coronavirus apareció en Wuhan, China cerró. Todo en China cerró.

Quiénes trabajamos cerca de la industria de viajes compadecimos a los colegas de allá porque no estaban llegando vuelos, y algunos pensamos en los colegas de lugares como Egipto o Jordania, que en su momento tuvieron ataques terroristas, guerra o situaciones que, por una u otra razón, los obligó a cerrar.

“En Costa Rica, estas cosas no nos pasan” fue lo que nos dijimos, como siempre, triunfalistas.(Y mucho menos en Estados Unidos o Europa, nuestros clientes – de todo- principales.)

Lo que se nos escapó realmente, y no sé, a éstas alturas si lo estamos viendo, es que el “Yo” somos Nosotros. Y China siempre ha sido también nosotros.

Hubo señales y fuimos muy soberbios para observarlas. 

El mundo cambió y quizás hasta ahora nos dimos cuenta de cuánto.

Los viajes lo cambiaron todo. Porque los gérmenes viajan con nosotros. Viajaron cuando los conquistadores nos trajeron la gripe y la viruela a América y viajaron en los últimos quince días, en un cuerpo sentado cómodamente en un avión.

Ahora vemos a Europa y a Estados Unidos sumidos en una plaga y, lógicamente lo primero que se detiene es a los viajeros, que pueden, inevitablemente portar el virus de un continente a otro.

Y todos, los grandes y los pequeños, las empresas de uno, y las transnacionales de miles, entramos en paro. En todas partes del mundo.

No, no sos sólo vos. Vos sos nosotros. Pero no te estoy diciendo nada nuevo.

Y ¿Ahora? ¿Cuál es la pregunta que sigue?

El “quién” y el “si” no tienen ningún sentido, y el” por qué” aún menos. El “para qué” siempre tan interesante, quedará para después, cuando contemos la historia. Y el “cuándo” es una interrogante en la que no vale la pena detenernos, porque invariablemente la respuesta será “Nadie sabe”.

La pregunta sin duda alguna es “¿Cómo?”

¿Cómo usar el tiempo para sobrevivir y que este momento nos convierta en resilientes, diversificados y adaptados a lo que sea que resulte de todo esto?

¿Quién mató al mastodonte?

Los mastodontes eran unos bichos enormes. Seriamente amenazantes frente a un hombre solo, por muy habilidoso que fuera para la cacería. Y sin embargo, la unión de los humanos podía terminar un mastodonte, probablemente en pocas horas. Y lo extinguió, pese a su tamaño y fuerza, comparativamente.

No es el más fuerte el que sobrevivió. En la humanidad, tenemos que entenderlo, no existe un yo. Sólo un nosotros.

El que sobrevive no es el más fuerte, es el que sabe que tiene que unirse a otros para sobrevivir. 

Si queremos hacer algo la interdependencia es el único camino viable. Entender que dependemos unos de los otros, como familia, barrio, comunidad, país o planeta es urgente. Para todos.

No somos un número

Los números sin contexto son falacias (Como la historia). Y pueden contarnos historias peligrosas que nos suman aún más en el terror y la incertidumbre.

Si creyéramos en las cifras, muchas más empresas se habrían preparado para la transformación digital, dado que lo digital puede dar forma a todos los aspectos de un negocio y el lado positivo para muchas industrias, de diferentes maneras.

Comprende lo que está en tu control

¿Los fanáticos del control son buenos planificadores? Sería interesante ver una estadística. Porque en el área de la administración prepararse para el desastre puede ser lo único que está bajo controlReaccionar es mucho más caro en términos de impacto, incluso en una situación temporal.

Las empresas que tenían un plan para lo que podría suceder encontraron una manera de usar la tecnología a su favor. No dejaron que la falta de certeza o el exceso de confianza en sus habilidades se interpusiera. Recordaron que la inversión viene antes del retorno, y que puede tomar tiempo que llegue la segunda. Algunas cosas dependen de que otras ocurran primero.

Vale la pena recordar que existimos en un sistema de comunicaciones y relaciones.

Cada uno de nosotros es una red de ideas y conexiones y nuestra propia identidad depende de que los demás nos reconozcan. En el nivel micro, estas son nuestras familias y amigos. En el nivel macro, son nuestras empresas, instituciones y países. Estas relaciones se influyen y forman entre sí.

E incluso la “súper persona” puede pasar por situaciones inesperadas, que la obliguen a depender del resto para poder sobrevivir. 

Sin embargo la arrogancia del que ha vivido décadas de bienestar le hace pensar que está preparado “per sé”. Que tiene los conocimientos, el dinero, la empresa o el producto que lo va a salvar. De nuevo una falacia, como lo hemos observado en las últimas semanas.

El yo no es real en la sociedad humana. Yo somos nosotros. No ahora, siempre. 

En este momento, en que la incertidumbre se sienta a desayunar y almorzar y cenar en nuestra mesa a diario, tenemos que encontrar el equilibrio en lo evidente: Redes de socios, colaboradores, asesores, conjuntos interdisciplinarios que tengan la capacidad de enfrentar los retos que nos están tocando a la puerta.

En conclusión

Es posible que la vida después de ésta pausa en la que nos pusieron a la mayoría, siga su paso cotidiano. Compraremos más gel, nos lavaremos más las manos y nos pondremos la vacuna. Es posible que la sociedad siga el paso que ha llevado hasta ahora.

Sin embargo a nivel del yo, nos queda para siempre la impronta del momento en que, nos dimos cuenta de que, nos guste o no: Yo soy nosotros.

Y es posible que, el paradigma cambie, y la competencia quede en evidencia frente a la colaboración humana. Quizás como una ola que comenzó al caer un pedrusco llamado COVID-19.

(Y si, tal vez sea una soñadora, pero no soy la única 😉 . )

Referencia: 
Valeria Maltoni. “In the Culture of ‘Me,’ we Exist Because of ‘Us’.” Conversation Agent – Valeria Maltoni. n.d. Web. 6 Apr. 2020. <https://www.conversationagent.com/2020/03/culture-and-identity.html>
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